Chapter 52: Epilogo
Chapter 52: Epilogo
Epílogo
Pov Jexi
No sé por dónde empezar.
Han pasado tantas cosas en estos últimos años que sinceramente mi cabeza no sabe ni como
reorganizarlos.
A ver, empezaré por el principio.
Ni que empezarás por el final, cara chancla.*
No me interrumpas, por favor.
Indignante todo. No me hables más, ya no te quiero...*
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Niego y sigo pensando en lo primero que decir.
Supongo que lo primero que debería contar es que Elián luego de darme ese lindo anillo me dejó sola
por una semana entera, y, sé de sobra que todo es por lo de ser Alpha, pero me molestó que se fuese
sin decirme nada.
No mientas, cara pájaro, él te dijo que lo acompañaras a la convención de los nuevos Alphas y tú
dijiste que no, porque te deba miedo montarte en un avión. Con lo tanto que me había costado
convencer a Ameth para que nos llevara.*
¡No te metas en mi discurso!
Yo me meto porque puedo y quiero, y no me puedes decir nada, cara plátano deforme.*
Ruedo los ojos. Luego de que volviese prácticamente lo veía más de noche que de día, porque
empezó a ayudar a su padre a buscar a la tal bruja del oeste para que mi Zuani no se nos fuera.
Esa es otra... Me hice gran amiga de la chica de ojos grises a tal punto que me contó cosas que según
ella no le contaría a nadie, pero que por alguna razón confiaba en mí y se sentía segura diciéndome
todo.
También debo admitir que tengo una buena relación con todos a tal punto de que un día mi suegro,
valga la redundancia, me metió un manotazo en la espalda sacándome un pulmón por la boca con la
excusa de que para él ya yo era como otra hija más.
Flashback
Entró a la cocina buscando todo el aire que dejé en el entrenamiento de hace un par de horas y mi
boca empieza a salivar más de lo normal indicándome que necesito diez litros de agua para poder
recuperarme.
—¿Qué pasa, Jex? Pensé que ya te habías acostumbrado a nuestro entrenamiento —Kayla aprieta mi
liga de pelo al verme despelucada, ya que no soporta verme así.
Zuani pasa por nuestro lado y abre el grifo para beber de este, veo atentamente el agua que sale y
corro hasta estar detrás de ella para que cuando termine pueda tomar yo.
Prioridad es prioridad.
Regreso a Kayla —Realmente ya le estoy tomando el ritmo, ya no siento los pulmones a reventar cada
vez que termino —me encojo de hombros y Zuani se hace a un lado para dejarme el grifo libre, bajo la
cabeza para beber y de la nada siento una brisa fría envolver mi cuerpo al mismo tiempo que siento su
mano abierta pegarme en la espalda haciendo que el agua que estoy tomando me salga hasta por la
nariz.
—Buen trabajo, Jex, lo estás haciendo bien —la voz burlona del señor Amir llena mis oídos zumbando
por la presión que ejercí al expulsar el agua hacia afuera por el susto y me quito de hay para
recomponer la postura.
Que cabrón, lo hizo solo para que te quitaras y él pudiese tomar agua.*
Fally, ten más respeto con el Alpha.
Yo no estoy diciendo nada malo, solo digo que es listo y ya está.*
Las risas de los demás llenan la cocina y me cruzo de brazos viendo su reacción imponente frente a
mí —Lo hizo, porque no está Elián, ¿verdad?
—No sé de qué me hablas —alza sus cejas —recuerda que ya eres un miembro más de esta familia y
ante mis ojos eres como otra hija y al igual que lo hice contigo, también lo hice con... —en un
parpadear se mueve de posición y queda al lado del chico de ojos verdes, intenta hacerle lo mismo
que a mí, pero Yannick le agarra el brazo antes de que pueda hacerlo —ellos —termina la oración —
pero de nada sirve, porque ya tienen reflejos. Justo ahora la única que no tiene eres tú y eres a la que
voy a molestar de esta manera, así que mi consejo es que practiques — se gira rumbo a la puerta —te
hace falta o más de una vez terminaras —hace comilla con sus dedos —con los pulmones fuera.
Fin flashback
Y así es como gane reflejos y soy tan fuerte como uno de ellos. Claro, no en su totalidad, pero sé
luchar en combate y que no me gane mi oponente de un solo golpe fuerte.
La burla en el combate con el clan del norte. Te dejaron con la boca abierta de un golpe.*
Luego está Kayla, quien misteriosamente un día me pidió consejos amorosos y resulta ser que tenía a
su otra mitad bien escondida de nosotros. Literalmente la vez que Elián la chantajeo fue porque se dio
cuenta y ella quería seguir en el anonimato, asi que no le quedó más que raptarme.
Kayla es más traviesa de lo que algunos creen... Es raro decirlo porque al principio yo la veía tan
inocente y cuatro ojos como yo y resulta ser... En fin, ahí lo dejo.
También está Yannick.
El chico de ojos verdes y hermosa sonrisa para mí mejor amiga.
Quero...
Con ellos todo ha sido tan confuso que sinceramente no sé qué pensar. Según Quero al principio él se
dio cuenta que ella era su mate, pero nunca se lo dijo, después pasaron de ser jefe y secretaria a ser
oficiales y luego de oficiales ella lo encontró con alguien más e intentó alejarse, pero entonces él uso
la carta de que eran mates y que no podía hacerlo, pero de igual forma ella lo rechazó y ahora está
llorando, aunque por lo que parece, él aún la busca pidiendo perdón, pero ella no quiere.
Al final creo que caerá, por más que te resistas a un Dhall... Es como dice Fally.
Una batalla perdida.*
Yo le doy gracias a la luna que Elián no hizo ese tipo de cosas conmigo o juro que sí lo hubiese
rechazado de verdad, y de cierta manera, también es raro porque Elián era el mujeriego que andaba
de boca en boca y cuando me conoció se contuvo.
Dejo de serlo.
Dejo de ser un chico malo a un chico bueno.
Pero, en atrevimiento y demás sigue siendo el Dhall de siempre.
No te quejes, porque bien que te gusta, cara anchoa.*
Yo no he dicho que no me guste.
Sonrío. Ya me da igual decirlo o expresarlo, me gusta y me encanta Elián, supongo que es algo
normal con los mates.
Suspiro. Al final de año tuvimos un gran problema, ya que Zuani, nuestra hormiga, murió y la casa se
volvió un caos cuando la luna Irina se dio cuenta y también el señor Wade quien empezó a buscar
junto a todos a la bruja, pero resulta ser que ella ya la había contactado y todo estaba planeado para
que regresara con su supuesto amor.
Lo dije una vez y lo seguiré diciendo.
Esa chica es la ostia.
Una vez que el Alpha confirmó los cuerpos de ambos prácticamente en cuestión de días los tuvimos al
cien por cien en la manada y ahora ella está felizmente viviendo con él a los límites del mundo
demoníaco, porque al ser demonios se alimentan de la energía que emite ese lugar para no morir.
Y desde ese entonces hasta acá no hemos tenido más contratiempos ni nada escandaloso... Lo único
que si causó controversia fue el hecho de que la gente se enterara que mi padre había muerto por
supuestamente culpa mía al igual que Neftali.
Fue muy feo.
Todo el mundo me miraba mal como su no tuviese sentimientos, pero en ese momento Fally y Elián
estuvieron ahí para mí, al igual que Quero quien se monto prácticamente en la tarima el día que nos
estaban nombrando nuevos Alpha y luna de la manada para aclarar todo lo que había pasado y que la
gente se callara la puta boca de una vez.
Esas fueron sus palabras.
Supongo que algo o alguien la hizo enojar a tal manera de hacer semejante espectáculo, aunque
viniendo de Quero, mi mejor amiga extravagante, te puedes esperar de todo, pero así la quiero.
Y yo también quiero a esa bruta junto a su loba.
Siento la mano de Elián presionar el interior de mi pierna y giro hacia él — ¿Pasa algo, Romeo?
Niega y mete cambio con la mano que tiene puesta en el volante solo para no dejar de tocar mi pierna
—Desde que hemos salido de casa no has dicho ni una sola palabra y es raro, porque tú siempre
tienes algo que contarme.
Alzo mis cejas recordando toda esta semana atrás y la cantidad de vómito que he tirado por el retrete
sin que él se diese cuenta, además de todas esas benditas pruebas que me hice con Zuani, Kayla,
Quero, su madre y la luna Sara en videollamada, porque al extenderse la manada los cuatro hermanos
se tuvieron que dividir y a nosotros nos tocó el norte donde estaba situado nuestro enemigo.
Así que justo ahora estamos en un viaje al centro de la manada donde Kayla reconstruyó la casa
principal para que todos pudiésemos llegar sin excepción.
Suspiro —No es nada. Solo estuve pensando en las cosas que han pasado estos últimos años atrás.
—Quiero un bebé —dice de golpe cambiando de tema y dejo de respirar en el asiento.
¿Escuche bien?
¿Abra encontrado las pruebas de embarazo que escondí y por eso lo dice?
No creo...
—¿Cómo? ¿Estás bien? —me inclino para tocar su frente y él detiene el coche a un costado de la
carretera.
Agarra mi mano y desabrocha su cinturón, copia su acto con el mío y me atrae a su puesto posando
mis dos piernas a los costados de las suyas, tira de la silla hacia atrás y posa sus manos en mi cintura
—Estoy bien, —mira a través de la ventana nos demás autos pasar a toda velocidad —pero, yo
también he pensado en todo lo que ha sucedido y no sé por qué, pero quiero tener un hijo o hija
contigo, quiero ser el hombre más afortunado del planeta —regresa esos ojos azules a mí —
igualmente no te obligaría a tenerlo si no quieres, pero creo que sería una gran aventura para los dos.
Mis ojos se cristalizan y todos mis sentimientos salen a flor de piel —Que lindo eres, no me digas más
palabras bonitas o estaré más tiempo pegada a ti y mira que ya parezco una babosa de mar.
—A mí no me importa tenerte conmigo veinticuatro siete —niega sonriendo —Jex, yo te amo y te lo he
dicho cientos de veces, el conocerte me cambió la vida para bien —mete los mechones sueltos de mi
cabello corto detrás de las orejas y esta vez sonrío nerviosa —entonces, ¿qué dices? Seamos tres en
vez de dos —mueve sus cejas pícaro y hago un puchero notando toda la sangre ir a mis mejillas.
Desvío la mirada fuera de la ventana —Pero es que ya somos tres — susurro y regreso la vista
nuevamente a sus ojos brillosos y nada impactados por lo que acabo de decir.
Muerdo mis labios con nerviosismo y empiezo a golpearlo cuando lo noto reír con su cabeza puesta en
el respaldo.
Será maldito, me hizo sentir todo este nerviosismo para nada.
Era obvio que lo sabía, pero la pregunta aquí es, ¿cómo? Si deje las pruebas en mi cajón de ropa
interior.
—¡No te rías! —chilló y en cuestión de segundos él inmoviliza mis manos.
Deja un rápido beso en mis labios y alza sus cejas —Lo siento amor, pero tenía que hacerlo, quería
ver como reaccionabas —me suelta y rodea mi cuerpo con sus brazos pegándome más a él —
además, si quieres ocultarme algo no lo guardes en tu armario.
—¿Pero que tienes tú dentro del cajón de mi ropa interior para que husmees ahí dentro? Eres un
cochino.
Remoja sus labios —Son cosas de hombres que nunca entenderás —se encoje de hombros
desinteresado.
¿Qué me habrá querido decir?