Emparejada

Capitulo 58 

(Punto de vista de Lily) 

cibi otra llamada de James Anderson“. 

Vaya. No era de eso de lo que esperaba que tratara esta reunión. De todas las posibilidades que considere, nunca pensé que sería esa. Pensé que tal vez el Dr. Hyder querría hablar de mis estudios, de mi futuro en esta manada o en Río Rojo, o incluso de posibles problemas con los pacientes con los que he trabajado. ¿Perol James? No, munca esperé que James fuera el tema de conversación. 

Hace apenas una hora, estaba riendo y bromeando con Brady. Nos lanzábamos masa para galletas, huevos, harina y azúcar con la inocencia de dos niños. pequeños. Sin embargo, ahora, ante el Dr. Hyder, con sólo mencionar el nombre de James, siento que se me desploma el corazón y que las lágrimas amenazan con salir de mis ojos. 

El rechazo se produjo hace seis semanas. Me digo a mi misma que seis semanas es mucho tiempo… que no debería importarme… que no debería sentirme así… que no importa… que de todas formas nunca quise aparearme con James… pero. nada de eso me sirve. El dolor sigue ahí. Supongo que eso es lo que pasa cuando te casas con alguien con quien tu doloroso pasado se remonta no sólo a días o semanas, sino a años y años. 

James Anderson. El amado de mi hermana muerta. Mi matón. Mi (antigua) pareja. 

Decirlo en voz alta todavía me choca un poco. Casi tengo que pellizcarme para confirmar que es real… que la Diosa Luna realmente me emparejó con James. 

Algunos días, cuando me siento fuerte y segura de mí misma, me enfado con la Diosa Luma por haberme emparejado con él; me merecía algo mejor. Otros días, cuando me siento fuerte, segura de mi misma y un poco descarada, me pregunto si la Diosa de la Luna nos emparejó para que yo pudiera rechazar a ese gilipollas y ponerlo en su sitio como nadie más podría hacerlo. 

Pero luego, están los otros días. Los días en los que dejo que mis inseguridades y 

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todo lo que me han dicho sobre mi durante los últimos seis años, saquen lo mejor de mi. En esos días, me pregunto si estar emparejada con James Anderson fue una especie de castigo. ¿Era la forma en que la Diosa de la Luna me decía que no merecia tener una pareja que me amara? ¿Era su forma de dar la razón a los que dicen que merezco toda una vida de dolor y sufrimiento porque debería haber sido yo y no Stephanie quien muriera aquella noche? ¿Era su forma de recordarme que nunca seré importante para nadie? Sé que no son pensamientos sanos, pero a veces es difícil no tenerlos. 

A decir verdad, tuve muchos de esos días y pensamientos inseguros cuando me desperté tras el rechazo. 

Afortunadamente, ya no tengo muchos de esos pensamientos. Estar cerca de Brady, el hijo mayor de Alfa Hyder, me ha ayudado mucho. A pesar de ser un alfa, y uno muy ocupado, ha puesto especial interés en asegurarse de que me adapto a la nueva vida y empiezo a hacer amigos aquí. Él y yo nos hemos hecho muy amigos y me hace reír. Estar cerca de él me ayuda a olvidar mi pasado y mis inseguridades. 

Por supuesto, no se me ha escapado que Brady es increíblemente atractivo, con unos increíbles ojos color avellana, unos músculos para salivar y una mandíbula fuerte y masculina. También está soltero. Y es divertido. Y encantador. De hecho, por mucho que me burle de él por todas las insinuaciones sexuales que hace a mi alrededor, en secreto me encanta cada una de ellas. A veces me gustaría que 

bromeara más así. 

Al mismo tiempo, sé que no estoy preparada para lanzarme a una relación. Puede que James y yo no hayamos tenido una historia romántica, pero sin duda tuvimos una historia. Además, a pesar de todo, seguía siendo mi pareja y a Rose le llevará tiempo recuperarse de la pérdida de Luke, quien era su otra mitad.