Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Capítulo 53



Capítulo 53

La mirada de Evrie se lleno de panico y su voz se torné un poco ronca. —Lo sabes todo?— pregunto con un hilo de voz. Farel, cuyos ojos se oscurecian poco a poco, repitid la situacién con calma.

—Funcionario publico, buena familia, con casa y carro, quinientos mil pesos para la boda y si es nifio, cien mil mas para gastos menudos.—

—Ese dinero, todo para la boda de tu hermano.—

El rostro de Evrie se puso palido hasta el punto del terror.

Farel la observaba fijamente, sus profundos ojos ocultaban algo insondable.

Reinaba un silencio mortal.

Ninguno de los dos hablaba.

El esperaba, esperaba su rendicion, esperaba que ella dijera que se uniria a él desde ese dia.

Para Farel, era una victoria segura.Exclusive content from NôvelDrama.Org.

No habia nada mejor que controlar a alguien que le falta dinero.

Si ella tuviera orgullo y actitud, tal vez no la conseguiria.

Si ella tuviera limites y principios, tal vez no la conseguiria.

Pero si necesitaba dinero... eso cambiaba todo.

Los ojos de Farel se oscurecian atin mas, la serenidad de su mirada escondia una certeza de triunfo. Evrie, sosteniendo su teléfono caliente, no podia dejar de temblar, pero intentaba mantener la calma. —Parece que el Dr. Farel sabe bastante.— Dijo ella, forzando una sonrisa desafiante.copy right hot novel pub —Pero gy qué? No voy a elegir a ningun funcionario publico, ni mucho menos ser amante de alguien.— Farel sonrié con desdén. —Nunca digas nunca.—

Evrie apretd los dientes, luchando por contener las lagrimas que amenazaban con salir.

La sensacién de asfixia y el dolor en su est6mago la abrumaban, no pudo evitar llevarse la mano al abdomen, palideciendo atin mas.

—Dr. Farel, no me siento bien, no te retendré para desayunar, por favor vete.— Farel no dijo nada mas, tom6 su mufieca y con sus dedos largos chequeé su pulso. Evrie intent6 retirar su mano, pero él la sujet6 firmemente.

Después de medio minuto, la solt6 con la misma tranquilidad y dijo brevemente: —Tienes espasmos estomacales por el hambre.—

Evrie retiré su mano, sin decir una palabra. Habia estado comiendo de forma irregular ultimamente y su problema estomacal habia vuelto. Ya lo sabia.

Farel no discutid mas, se levanto para irse y antes de salir, sefiald la caja de medicamentos en la mesilla y le ordend con indiferencia.

—Toma la medicina después, ahi tienes pastillas para el estmago, dos antes de cada comida.—

Evrie mordié su labio sin responder.

El se marcho.

Al escuchar la puerta del salon cerrarse, Evrie se deslizo lentamente al suelo, apoyada en la cama, sintiendo un gran malestar.

Soportando el dolor, se estiré para abrir la caja de medicamentos en la mesita de noche, saco un frasco de pastillas para el estomago que ya habia usado antes, destap6 el frasco, tomé dos pastillas y las tragd en seco.

Al ver un termometro y una toalla himeda al lado, se quedo paralizada.

El le habia bajado la fiebre con la toalla.

De repente, una duda surgié en la mente de Evrie.

~Como Farel sabia la contrasefia de su puerta y como habia logrado entrar? Antes de que pudiera aclarar su confusion, su teléfono vibré con insistencia.

Al ver en la pantalla el numero que saltaba, el mismo que Farel habia recitado, Evrie respiré hondo, ajust6 su emocion y desliz6 el dedo para responder.

—Nifita ingrata, ,por fin te dignas a encender el teléfono, eh? Ayer te hablé de la cita a ciegas, mas te vale que te lo grabes bien en la cabeza. Este fin de semana tienes que volver, de lo contrario iré yo misma a Ciudad Alnorter a buscarte, zme oyes?

Evrie ni siquiera necesito preguntar dos veces, conocia todo el proceso por boca de Farel y Marcela. Con una mano en su abdomen y una terquedad implacable, dijo: —No voy a tener citas a ciegas, ni me casaré con cualquier

hombre.—

Marcela regafiaba con dureza desde el otro lado del teléfono.

—No voy a regresar, dije que no y es no.—

La obstinacion de Evrie se hizo presente, no pudo evitar gritarle al teléfono. —jCrash!—

Algo se rompio al otro lado, seguido de la voz enfurecida de Marcela maldiciendo.

—Maldita sea, no te pases de la raya conmigo, te estoy hablando bien y no escuchas, ,acaso quieres que te insulte para que te sientas contenta? Te advierto, mocosa, si no vuelves, voy a entregar todos tus documentos de identidad a esos tipos, y aunque no estés, igual pueden arreglar el certificado de matrimonio con sus conexiones!—

El aliento de Evrie se congeld, y su cuerpo no podia dejar de temblar. —¢Me estas amenazando?—

—zAmenazas? Qué amenazas? Lo que deciden los padres es la ley. Saliste de mi vientre, asi que tengo todo el derecho de decidir sobre ti. A ver quién se atreve a desafiarme.—

Evrie mordio su labio con fuerza, tratando de contener la ira que hervia en su pecho, y pregunto: — Mi papa lo sabe?—

—No cuentes con tu padre, esta en el hospital en rehabilitacién, no puede recibir ninguna alteracién emocional. Si quieres perturbarlo y que termine cojo el resto de su vida, adelante, ve y dile.—

Marcela, al otro lado de la linea, se regodeaba en su triunfo, habia elegido el momento perfecto para poner en su lugar a esa ingrata.

Evrie, sin fuerzas, cerré los ojos, sus ufias se clavaban en su piel sin sentir nada.

—Ya entendi. —


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