Capítulo 55
Capítulo 55
Era viernes otra vez, y la semana habia llegado a su fin.
Apenas Evrie lleg6 a casa, recibié una llamada impaciente de Marcela, quien le exigia que volviera temprano al dia siguiente para una cita a ciegas. De no hacerlo, amenazaba con echarla de la casa y destruir su acta de nacimiento.
Eso, sin duda, tocaba el talon de Aquiles de Evrie, quien se encontraba sin opciones. Tenia dos debilidades: su padre y sus documentos de identidad. Habia pasado un tiempo viviendo como indocumentada.
Hubo un afio, necesitaba su identificacién para el examen de bachillerato de la escuela, pero Marcela solo queria que dejara los estudios para casarse. Evrie se resistio y le planto cara, lo que result6 en que Marcela, furiosa, rompiera su certificado en pedazos.
— Todavia piensas en la universidad? Tu hermano ni siquiera paso el examen, ¢.qué te hace pensar que tU puedes? Si no obedeces, mejor vete de esta casa; no necesitamos una desobediente aqui. —
Fue entonces cuando Pablo intervino, pidiendo muchos favores y con gran esfuerzo, logré finalmente renovar el documento y restaurar la identidad de Evrie.
Desde aquel dia, fue expulsada de su hogar y se le corté toda ayuda econdmica.
Después de conseguir entrar a la universidad y recibir felicitaciones de todo el pueblo, solo Marcela se qued6 apoyada en el marco de la puerta, comiendo mani y burlandose de ella.
—No creas que ser admitido a la universidad significa que seas inteligente, seguro fue suerte. De todas formas, no hay dinero para tu matricula... —
Evrie cerré los ojos y luego los abrid de nuevo. Esta vez, tenia que recuperar sus documentos y mantenerlos a salvo consigo misma.
No tenia otra opcién que volver.copy right hot novel pub
Al dia siguiente, temprano, Evrie empacé sus cosas y compro un boleto para regresar a casa. Al salir, la puerta de enfrente se abrio y una figura alta y erguida aparecié ante sus ojos.
Al mirar hacia arriba, vio a un hombre saliendo a tirar la basura, vestido solo con una simple camiseta blanca y pantalones largos holgados de color gris claro. Su cabello estaba algo desordenado y su expresién mostraba una pizca de pereza despreocupada.
Sus miradas se cruzaron y él la observo sin disimulo.
Evrie bajo la vista instintivamente, evitando el escrutinio descarado de Farel, pero sin querer vio el bulto prominente entre sus piernas y contuvo la respiracion.
Se sonrojé hasta las orejas.
—<¢Qué miras? —dijo Farel con cierta irritacion—. Es una ereccién matutina, una reaccion fisioldgica normal, {nunca has visto una?
Evrie no sabia qué decir. Qué sinvergiienza. Desvid la mirada, decidida a no mirarlo mas.
Pero Farel se inclind repentinamente hacia ella, casi rozando su mejilla con la suya, y el olor a hormonas masculinas la hizo perder el ritmo de su corazon.
—gTe sonrojas asi de facil? Recuerdo que en la cama me espiabas mas de una vez; ahora te da vergiienza solo porque hay una tela de por medio?
Evrie quedo sin palabras. jQué palabras tan atrevidas! No lo habia visto en dias y él parecia haberse vuelto mas descarado.
Evrie no podia manejar este tipo de coqueteo indiferente y educado, asi que lo empujé en un estado de panico y huy6 con su maleta.
En el ascensor, su corazon seguia latiendo descontroladamente mientras las puertas se cerraban lentamente, como si quisiera salir de su pecho.
En el pasillo, el hombre esboz6 una sonrisa de victoria y con un gesto preciso, lanz6 la bolsa de basura al contenedor.
Luego, bajando la vista hacia su entrepierna ligeramente hinchada, mascullé para si mismo:
—
Sentada en el autobuis, Evrie no podia sacarse de la cabeza la imagen reciente, y las palabras de Farel resonaban en sus oidos.
—¢Nunca has visto una? 4 Eh? —Si quieres mirar, mira todo lo que quieras... —No muerdas, mas suave, guarda los dientes...
Como en un suefio, imaginé los brazos definidos del hombre y su torso fuerte enredandose con ella, sosteniéndola mientras ella se aferraba a él como una enredadera docil.
Evrie se cubrié la cara con las manos, sintiendo las orejas arder de calor.This material belongs to NôvelDrama.Org.
Era insoportable, no podia olvidarlo.