Capítulo 82
Capítulo 82
Aunque no habia percibido ira en él, Evrie intuia que todavia estaba bastante molesto.
— ¢Todavia te duele?— preguntd él con voz firme.
Evrie se apresurd a negar con la cabeza. —Ya no duele— dijo.
Sentia debilidad, pero no se atrevia a mencionarlo, porque él todavia estaba enojado.
Farel saco el historial clinico de Evrie y, mientras lo revisaba, empezo a explicar a un grupo de internos que tenia detras.
—Es un caso tipico de hemorragia gastrica por irritacidn, la mucosa del estémago esta gravemente dafiada, pancreatitis aguda al limite. Recuérdenlo bien, si se trata a tiempo, se queda en un estado en donde entra mas aire de el que sale, como ella ahora. Si el tratamiento no es oportuno, la persona se nos va. —
Evrie—.— Sospechaba que él se burlaba de ella.
Farel luego dio algunas indicaciones, basicamente era que tenia que cuidar su estomago, evitar comilonas y bebidas fuertes y no pasar hambre.
Los internos tomaban nota diligentemente en sus cuadernos. Farel cerré el expediente y le ordené a Evrie —Extiende la mano. — Ella no sabia qué pretendia, pero obediente extendié la mano derecha. Al instante siguiente, 61 posd sus dedos sobre su pulso.
Después de unos minutos, la miré con resignacién —Es la primera vez que veo un estémago tan fragil, sefiorita Evrie. Tienes que haberlo descuidado por afios. Si vuelves a beber asi, quién sabe, puede que termines viendo a tu bisabuelita. —
Evrie escondié la cabeza bajo las cobijas. Cuando Farel se fue, la joven enfermera encargada de cuidarla volvio para cambiarle el suero.
—Sefiorita, qué suerte la tuya, apenas llegaste y ya eres el centro de atencion del doctor Farel. Seguro que te usara de ejemplo en sus clases estos dias— platicaba la enfermera.copy right hot novel pub
Evrie no pudo evitar sonreir con ironia — Suerte? Estoy aqui apenas respirando y eso es suerte. —NôvelDrama.Org: owner of this content.
—Claro que si. Con lo borracha que llegaste ayer y el alcohol por las nubes, no deberias haber sido operada. Pero el doctor Farel, al ver lo mucho que sufrias, consulté con el subdirector y se arriesg6 a operarte él mismo. gEso no es tener suerte?—
La enfermera continud hablando sin parar —Ademas, él estuvo toda la noche en el quiréfano y hoy empez6 su jornada como si nada, a pesar de no poder ocultar su cansancio ni con la mascarilla. ~No lo notaste?—
Evrie— .— Ella solo habia estado evitando su mirada, sin fijarse en su expresion.
Pero recordaba que cuando volvi6 del trabajo la noche anterior, Farel ya se veia agotado. Apenas compartieron una cena y luego la acompajié al hospital, donde paso la noche en vela.
Evrie sentia un poco de culpa. Probablemente él estaria atin mas cansado ahora.
Decidié que, en adelante, seria mejor no discutir con él, aunque a veces sus comentarios fueran cortantes y desagradables, y en la cama le gustara hacerla esperar.
Siempre que estaba en apuros, Farel era quien la salvaba.
Por eso, en cierto modo, le estaba agradecida.
Después de la ronda, Farel dio la orden de dispersién y los internos se fueron a preparar sus apuntes. Farel, apoyado en una pared, se froté las sienes, ocultando su cansancio.
—Doctor Farel— son6 una voz femenina detras de él.
Era una mujer con la bata blanca de interna, esbelta y bonita, con un maquillaje suave en su rostro.
Se trataba de Margarita Santos, una de sus internas y la hija del subdirector Santos, que acababa de graduarse y habia sido asignada a su tutela.
Farel levanto la mirada, indiferente — ,Qué pasa?—
—No es necesario, no tengo la costumbre de cenar con nadie— respondio Farel, rechazandola sin mas.
Conocia bien el juego de las intenciones de ella, gcdmo no iba a entender?
Ya tenia suficiente con Evrie y no queria desperdiciar su energia en otra parte.
— ~ También soy ‘nadie’ para ti?— pregunté Margarita.
Farel la miré sorprendido.
—Sefiorita Margarita, creo que no somos tan cercanos como para considerarnos familia. —
Y asi, la conversacién quedé cortada, con la misma precision que caracterizaba a Farel en todos los aspectos de su vida.
Farel se detuvo en seco.
Fruncio ligeramente el cefio, pero no volvié a rechazarla.
El subdirector siempre ha sido amable con él y ademas, dado que la situacién de la noche anterior habia sido urgente, le debia un favor al subdirector.
Entonces, era el momento de devolver ese favor.
Concedié diciendo —Enviame la direccién para cenar, esta noche iré. —
Al escuchar esas palabras, Margarita esbozo una sonrisa involuntaria, y era imposible de ocultar la alegria en sus ojos. —Perfecto, te mando la direccién en cuanto reserve. —
Mientras veia a Farel alejarse, la figura alta y esbelta desaparecia por el pasillo, una mirada de admiraci6n cruz6 su rostro. Un dios distante y abstinente, una flor en la cima del monte.
Ella estaba decidida a conquistarlo.
El primer dia después de la operacion, a Evrie solo le permitieron reponerse con sueros, y solo podia tomar algo de comida liquida hasta la noche.
Por suerte, su estomago finalmente dejo de dolerle y pudo dormir toda la tarde, recuperando fuerzas. Alas seis de la tarde, Farel y Margarita estaban cenando en un restaurante cercano.
El siempre habia sido de pocas palabras, y esta vez no fue la excepcion, bastante distante. Margarita, directa y sin rodeos en la mesa, pregunt6
—Dr. Farel, tiene usted novia?—