Chapter 59
Chapter 59
Capítulo 59
Sofía había estado ocupada durante una semana buscando todos los materiales necesarios para la costura a mano. Camila ya había encontrado las telas y comenzado con la confección. Aún faltaba un tiempo para terminar el trabajo manual, así que Sofia planeó llevar a sus dos pequeños de vuelta a su pueblo natal. Había salido de allí con mucha prisa y sin despedirse después de muchos años. Pero debido a sus hijos, no había tenido la oportunidad de regresar. Esta era la ocasión perfecta para visitar a su abuelo.
Por la noche, Sofia le habló a Camila con anticipación, “Camila, mi pueblo está cerca de San Bernat. Todavía falta un poco para terminar la costura a mano, y pensé en aprovechar este tiempo para llevar a Leo y Noe de vuelta a mi pueblo.”
“Claro que si, Sofi, ¿puedes lidiar sola con ambos? ¿Quieres que te acompañe?” Camila se sorprendió al saber que el pueblo de Sofía estaba cerca de San Bernat.
“No te preocupes, aún necesito que supervises la ropa aquí. Solo estaré fuera por dos días; en ese tiempo, te pido que te hagas cargo.”
De acuerdo, si surge algo, llámame.” Camila pensó en la importancia de los trajes y decidió quedarse para supervisarlos en lugar de insistir en acompañar a Sofía.
Sofia regresó a su habitación, reservó los boletos en su teléfono y se preparó para bañar a Leonardo y Noelia. Leonardo entró primero al baño y cerró la puerta, “Mamá, hoy me bañaré solo, soy un niño grande y puedo hacerlo por mi cuenta.”
“Está bien, pero ten cuidado.” Sofia sabía que su hijo era bastante cuidadoso y decidido, así que lo dejó bañarse solo.
Después de unos treinta minutos, Leonardo salió del baño con su pijama puesto, “Mamá, ya terminé, puedes ir a bañar a mi hermana.” This is property © NôvelDrama.Org.
“De acuerdo, Leo, ve a la cama y cúbrete bien para no resfriarte.” Sofia ya había preparado la cama con anticipación.
Sofia agarró la mano de Noelia para llevarla al baño, “Mamá, yo también ya he crecido, quiero bañarme sola.”
“Noe, querida, hoy te bañaré. Cuando haga más calor, puedes bañarte sola, ¿de acuerdo?” Sofía pensó que sería mejor esperar al verano para que sus hijos se bañaran solos.
“De acuerdo.” Noelia, aunque quería hacer lo mismo que su hermano, pronto olvidó su disgusto al ver su bañera favorita.
Después de bañarse, los tres se acostaron juntos en la cama, “Leo, Noe, mañana planeo llevarlos a visitar la casa en la que crecí y a rendir homenaje a su bisabuelo.”
“Mamá, ¿qué quiere decir ‘la casa en la que crecí‘? ¿Y quién era el bisabuelo?” Noelia preguntó con inocencia.
“Es el lugar donde mamá vivió cuando era pequeña, y el bisabuelo era el abuelo de mamá.” Sofía explicó con paciencia.
“¿Rendir homenaje significa que el bisabuelo ha fallecido?” Leonardo, que entendía un poco más, la preguntó.
“Sí, él era el único familiar directo de mamá, y ya falleció.” Sofía se sintió triste al hablar de su abuelo, y su voz se debilitó.
“No te preocupes, mamá, ahora nos tienes a mi hermana y a mí.” Leonardo, viendo a su madre triste, se apresuró a consolarla.
“Sí, mamá, ahora cuentas con nosotros, tus dos tesoros.” Noelia también abrazó a su mamá para consolarla.
“Sí, les agradezco a los cielos por darme dos pequeños ángeles, y también les agradezco a ustedes por elegirme como su mamá.” Sofía dijo esto mientras abrazaba fuertemente a sus hijos.
“Vamos a dormir temprano, mañana nos levantaremos para empacar, y partiremos al mediodía. Buenas noches.” Sofía besó las mejillas de Leo y Noe, abrazándolos a ambos para dormir.